Es obvio que no podemos evitar el desarrollo de una guerra por el control del espacio en la que los amos del orden mundial están enfrascados, como no hemos podido evitar las guerras por el petróleo, territorios “sagrados”, fronteras y limites, intereses comerciales, drogas y terrorismo etc.
Tampoco podemos evitar seguir siendo la raza esclavizada que hemos sido por los últimos 13.000 mil años.
Desconocemos si antes de esa época hubo un orden social superior al nuestro.
Por ahora alentamos la ingenua ilusión de entrar en una Era de Cambio y Renovación.
Un espacio común que nos permita usar las doce cuerdas del ADN o al menos otras tantas más de las dos que apenas usamos hoy.
Está probado que nuestro ADN no es extraterrestre; sólo tiene información de una antigua civilización de más de trece mil años que usaban la totalidad de las cuerdas del mismo.
Los que dominan la ciencia actual son los beneficiados con la tecnología que no quieren liberar para idiotizarnos.
Accidentalmente vamos accediendo a ella y con un poco de suerte y mucho esfuerzo quizá podamos algún día descubrir los secretos escondidos en el “árbol de la ciencia del bien y el mal” y entonces nos liberaremos del orden mundial actual y de todas esas ilusiones de seres de luz, ángeles, glorias paraísos e infiernos, pecados, culpas, extraterrestres salvadores y naves estrafalarias, levantamientos espirituales o físicos, folklores religiosos y leyendas ambiguas del fin del mundo, profetas y santurrones, magias y brujerías .
Si de algo debemos salvarnos es de las mentiras con las que nos seducen; y tenemos que hacerlo por nosotros mismos porque nadie va a disponerlos medios para ayudarnos.
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