Los que se entusiasmaron, se esforzaron y tomaron responsabilidades se convirtieron en líderes.
Se apariaron con hembras entusiastas y esforzadas y tuvieron hijos a los que enseñaron y adiestraron desde pequeños.
Ellos heredaron el liderazgo.
Entre tanto los otros vivían al día, a lo sumo obedecían si se los mandaba, y se entusiasmaban con placeres procaces.
De esta manera la humanidad se fue dividiendo en dos clases (por denominarlo de alguna manera).
No son los buenos y los malos.
No son los generosos y los mezquinos.
Son los que se afanan por "ser", y los que sólo 'son' por accidente.
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